El Castillo y Las Monedas
Talleres:
Los Cazadores de las Cuevas Pintadas
La Naturaleza, el Supermercado de la Prehistoria
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Hace ya más de 150.000 años un grupo de personas, parecidos físicamente pero diferentes anatómica y culturalmente a nosotros, ocuparon la cueva de El Castillo. Su principal tecnología estaba basada en la talla de diferentes instrumentos de piedra. En la excavación arqueológica llevada a cabo en el vestíbulo de la cueva, utilizado como lugar de hábitat, se han recuperado materiales generados durante las labores de índole cotidiana como las herramientas que fabricaban o reparaban tras su uso, los restos de los animales consumidos o los fuegos intencionales, utilizados como hogares por ser el lugar en torno al que la comunidad se reuniría para calentarse, contar historias, prolongar la actividad diaria gracias a la luz del fuego. Estas personas son las que hoy conocemos como Neandertales o en términos científicos Homo neanderthalensis.
Hace alrededor de 40.000 años, una nueva especie, procedente de África, ocupó de nuevo la cueva de El Castillo. Esta nueva especie es denominada como nosotros Homo sapiens. Sobre los restos de los anteriores, dejó los suyos propios. Su tecnología mucho más sofisticada y efectiva que la anterior no sólo estaba basada en la piedra, también en el hueso y el asta de ciervo. En el interior de la cavidad, nos dejaron lo que hoy consideramos el primer arte de la Humanidad. Grabaron y pintaron animales, algunos ya extinguidos como el uro o el mamut, otros que ya no habitan aquí como el bisonte o el reno. Representaron formas humanas, a veces mitad hombre y mitad animal, extraños y misteriosos signos, hoy indescifrables y enigmáticos para nosotros, junto a las representaciones de manos, sus manos.